Desde nuestras raíces familiares en el arte de la piel, surgió una visión: transformar los regalos corporativos en experiencias memorables. Así nació Leatherzone en 1998, como una evolución natural del negocio tradicional, con el propósito de ofrecer artículos promocionales que no solo comunicaran identidad, sino también sentimiento.

El entusiasmo de nuestros primeros clientes fue el mejor indicador de que íbamos por buen camino. Comprendieron que regalar con intención tiene un efecto duradero, y que cada producto debía representar lo que su marca y su gente son en esencia. Una carpeta, por ejemplo, no solo llevaba el logotipo de la empresa, sino también el orgullo de pertenecer a ella.

En 2005 dimos un salto tecnológico al incorporar el grabado en alta frecuencia, lo que elevó la calidad y nitidez de nuestros productos a un nivel que transformó la percepción del regalo empresarial.

Tras años de cambios y aprendizajes, en 2015 nace Russó, un nombre que honra a nuestro fundador, Rogelio Vega Gaitán. Y en 2024, evolucionamos una vez más: Piel Russó toma forma, duplicando nuestra capacidad productiva gracias a maquinaria de última generación, y reafirmando nuestro compromiso con un servicio personalizado que asesora con empatía y precisión.
Hoy, en Piel Russó, no solo hacemos productos.

Creamos vínculos, cuidamos cada detalle y ofrecemos soluciones que hablan por tu marca con elegancia y emoción.